Son cercanos a los saltamontes y las langostas voladoras. Se crían en los escondrijos de la casa, especialmente en los lugares cálidos, húmedos y oscuros (sótanos, cocinas, etc.), se mantienen escondidos en esos lugares durante el día y salen de noche en busca de alimento. El grillo es omnívoro. Durante los meses cálidos del verano vive en frecuencia fuera de la casa, donde se cría contiguo a los basurales, para luego migrar invadiendo las casas. El daño que causan por su consumo en alimento no es considerable. Sin embargo esos alimentos son contaminados por los excrementos y fragmentos del cuerpo. Los grillos tienen también el hábito de producir huecos en el exterior de las fábricas. El ruido causado por el chirrido de los machos puede ocasionar molestia considerable.