Caracol


 
CARACOLES Y BABOSAS

Son moluscos (cuerpo blando), con  cabeza con  cuatro  tentáculos retráctiles (dos de ellos más largos en cuyos extremos  se  ubican  los ojos) y  un   pie   musculoso   que les permite  deslizarse. Al  hacerlo  dejan  una  huella  de   "baba"   brillante  que  su cuerpo segrega  para facilitar el movimiento,   lo   cual   sirve  para detectar su  presencia. Una diferencia  entre  los dos tipos  de individuos   es  que los primeros poseen un  caparazón atrofiado.  Con  la  saliva  humedecen el tejido vegetal, lo  afirman con la mandíbula y  lo raspan con los dientes  arrancando trozos   de tejido como si fuera un rallador.
 
Los  caracoles  y  las  babosas   figuran   entre   las  plagas  de jardín más  desagradables. Estos moluscos babosos  salen  de  noche de sus escondites y dejan agujeros en las hojas y  flores   de muchas frutas y plantas suculentas. La estructura y biología  de  los caracoles   y   babosas   es  similar, excepto las  babosas no  tienen la   concha   exterior   en  espiral.   Su control requiere  diligencia y  un  método integrado que incluya la eliminación  de  escondites   y   lugares   húmedos,  el  uso  de   trampas   y   barreras  y removerlos  a  mano.  Las  trampas   de cebo  pueden  ser útiles,  pero por  si solas, no proveen suficiente control en jardines que ofrecen albergue, alimento  y humedad   en   abundancia. El   tratamiento   de   control   de  caracoles   y babosas  puede hacerse mediante fumigación de líquidos como  el Babosil  o por pellets parafinados espolvoreados en la   base de las plantas atacadas. El Molixide es un parafinado de excelente calidad y  entre  sus ventajas   se   destaca  la durabilidad y  la capacidad de   resistir   la humedad  y  el  agua.  Estos  cebos  controlan   tanto  caracoles y babosas  por mucho  más   tiempo   que   los   líquidos   o   aserrines   molusquicidas.